#36 - A la caza de un '3-and-D'
Los pocos nombres filtrados por la prensa apuntan al interés de los Jazz por incorporar a un jugador exterior capaz de defender y abrir la cancha.
🆕 A la caza de un '3-and-D'
Las cosas empiezan a moverse a poco más de dos semanas para el cierre de mercado.
Hace una semana te exponía los distintos enfoques que podía tomar la gerencia de cara a abordar este ‘trade deadline’. Entonces te comentaba lo curioso que resultaba que todos los rumores y filtraciones señalaran a jugadores que se encuentran en la rampa de salida, pero ninguno a qué jugadores interesarían a los Jazz.
Hasta estos últimos días.
Los últimos reportes recogen que los Utah Jazz están buscando un defensor exterior capaz de anotar desde larga distancia. Es decir, un ‘3-and-D’ de garantías. Y entre los nombres compartidos se encuentran Quentin Grimes y Herb Jones, por quienes New York Knicks y New Orleans Pelicans escuchan ofertas. De Mikal Bridges no hablaré, pues, de momento, los Brooklyn Nets se niegan a escuchar ofertas por él.
A partir de este punto desgranaré esta necesidad estructural de la plantilla.
Los Utah Jazz están encajando 14 triples por partido, tercer peor registro de la NBA, con un acierto rival del 37,7%. Will Hardy está optando por cerrar los carriles hacia el aro y aprovechar la envergadura interior para dominar el rebote: solo los Knicks superan a los de Salt Lake City en porcentaje de capturas.
Sin embargo, si tiras de un lado de la manta, dejas al descubierto el otro extremo: centímetros es, precisamente, lo que falta en el juego exterior. Collin Sexton es un defensor muy intenso, pero atacantes más altos consiguen lanzar por encima de él sin demasiada dificultad. Jordan Clarkson nunca ha sido un defensor eficiente y, de momento, Keyonte George es un agujero en este apartado, lo que está limitando sus minutos en pista.
Esto obliga al juego interior a hacer deberes extra. Sí, hemos visto en no pocas ocasiones a Walker Kessler y Lauri Markkanen salir a defender al perímetro. A John Collins también, pero tiende a llegar tarde a las ayudas defensivas y a puntear al tirador. Y cuando esto ocurre, el aro queda de nuevo desprotegido.
La pescadilla que se muerde la cola.
Todo esto que explico queda perfectamente resumido en estas ocho jugadas durante la derrota contra Houston Rockets.
Este vídeo también nos sirve para detectar otras grietas de la plantilla.
Kris Dunn, Ochai Agbaji y Simone Fontecchio están siendo los tres principales defensores de las estrellas anotadoras rivales. Y no se les está dando mal: están dejando a sus emparejamientos en un 37,8%, 42,9% y 46,5% de acierto, respectivamente, los mejores datos del equipo sin contar a Walker Kessler.
¿Cuál es el problema? Yo detecto dos. En principio, las limitaciones ofensivas de cada uno de ellos, lo que no les está permitiendo, a ninguno de ellos, superar los 23 minutos en pista por partido. Y, en segundo lugar, siguen siendo demasiado bajos para defender a perfiles más altos y físicos. Ya lo vimos en el anterior video, simplemente con Cam Whitmore. Ya ni hablamos entonces sobre cómo parar a unos Rockets con Jabari Smith Jr., Jeff Green, Amen Thompson y el propio Whitmore compartiendo pista.
Sencillamente no hay hombres suficientes para detener una sangría exterior ni todos los desajustes que conlleva.
Este equilibrio se consigue añadiendo perfiles defensivos capaces de cubrir varias posiciones y realizar cambios defensivos con rapidez que permitan que otros jugadores asuman una marca más natural.
Así que ahora retomemos los dos nombres mencionados.
Quentin Grimes no es la panacea, pues comprende un perfil relativamente similar a Agbaji, aunque con un acierto exterior superior al de este. El de los Knicks supera el 37% en triples en sus tres campañas en la NBA, mientras que Agbaji cae por debajo del 33% en la presente. Es decir, supone una mejora —o complemento— para Ochai. Y los Knicks, al parecer, tienen en su radar a Jordan Clarkson. Podrían llegar a entenderse.
Un caso mucho más interesante lo contempla Herb Jones. El que fuera elegido en la 35ª posición del draft de 2021 es más alto que ambos (203 centímetros de altura) y posee una envergadura excelente (alrededor de 213 centímetros). Esto le permite medirse a muchos de los mejores 3-4 de la NBA e, incluso, fajarse en la pintura de manera puntual con algún ‘5 de medianías’.
Tener a un jugador que sea capaz de defender de esta manera a jugadores como Jayson Tatum o Paul George es un auténtico lujo. Este año está dejando a sus emparejamientos en un 43,3% de acierto en 11,6 intentos por duelo. Brillante.
Por si fuera poco, se está destapando desde larga distancia con un acierto en triples del 37,8%. Su reciente renovación, por cuatro años y 54 millones de dólares, lo convierten en un auténtico caramelito para cualquier equipo.
Es cierto que los Jazz necesitan refuerzos en otras posiciones de la cancha, principalmente en el puesto de ‘5’, además de un base generador, pero los ‘3-and-D’ cotizan muy alto en la NBA. Sin al menos un buen par de defensores versátiles y eficientes es imposible competir por la zona alta de la clasificación.
Y el cierre de mercado de febrero podría llevar a uno de estos jugadores a las montañas de Salt Lake City.
¿Cuál es tu favorito?
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¡Un abrazo y feliz martes!
Jacobo León - El Cartero de los Jazz