#39 - Las luces y las sombras de Keyonte George
El novato de los Utah Jazz está dejando numerosos destellos, pero también importantes dudas sobre su rol en el equipo a medio y largo plazo
🆕 Las luces y las sombras de Keyonte George
*Datos estadísticos del artículo fechados a 2 de marzo
Si me sigues en el día a día ya sabrás que no estoy especialmente entusiasmado con el juego de Keyonte George. El ‘hype’ que me generó tras su sobresaliente Liga de Verano se ha ido transformando, con el paso de los meses, en un importante escepticismo sobre su papel en el futuro del proyecto.
Es cierto que en ataque ha dejado interesantes destellos de su potencial, pero en defensa es un auténtico desastre y parece poco probable que logre asentarse, siquiera, como un correcto defensor.
Varias veces me han dicho en redes sociales y en el canal de Telegram que quizá estoy siendo especialmente duro con el chaval, quien, a fin de cuentas, no deja de ser un novato que podría haber tenido un papel más importante desde el inicio dentro de un equipo con exceso de efectivos en el juego exterior y que, además, no termina de definir su rumbo. Ni siquiera tras un cierre de mercado más que cuestionable por parte de la gerencia.
Y tienen razón: George ocupa la séptima posición entre todos los jugadores de primer año en anotación (11,7 puntos) y la segunda en asistencias (4,4). Nada mal para un debutante seleccionado en la 16ª posición del draft y que ha tenido que ganarse sus minutos ante Jordan Clarkson, Collin Sexton, Kris Dunn y Talen Horton-Tucker.
Que todos ellos continúen en el equipo tras el ‘trade deadline’ es algo digno de estudio, teniendo en cuenta que, en muchas ocasiones, le privan de tomar las riendas del ataque, principalmente cuando comparte cancha con Sexton y/o Clarkson.
Y Keyonte se encuentra actualmente en un momento de su carrera en el que necesita equivocarse: tanto para aprender como para demostrar si realmente es ese base que los Jazz necesitan en el largo plazo.
Llegado este punto, hay varios aspectos que me gustaría destacar, positivos y negativos, sobre su rendimiento, principalmente en estas últimas semanas. De lo general a lo específico.
Su impacto directo en el equipo aumenta o disminuye, como es lógico, en función de los compañeros que le acompañen en pista. En primer lugar, vemos cómo su eficiencia se incrementa sustancialmente cuando Kris Dunn le acompaña en el ‘backcourt’.
En los 71 minutos que han compartido pista desde el 1 de febrero, ambos devuelven un Net Rating de +14,8. No es complicado saber por qué. Dunn cubre las carencias defensivas del ‘rookie’ y lo sitúa mejor en pista. Sin embargo, el Net Rating con Sexton y Clarkson es negativo, pues los puntos recibidos se incrementan hasta en 13 por cada 100 posesiones, lo cual es una absoluta barbaridad.
No solo eso, sino que la presencia en pista de Sexton y/o Clarkson opaca la responsabilidad ofensiva de George, quien, en muchas ocasiones, se limita a entregar el balón a uno de ellos cuando alcanza la línea exterior para que sean ellos quienes ejecuten el ataque. O simplemente, esperar en una esquina para tirar de tres.
Y esto último no es un buen indicio: Keyonte solo está encestando el 34,9% de sus intentos desde larga distancia. No es un tirador y reducirlo, por momentos, a esta función supone infrautilizar sus recursos, pese a que ha tenido buenas rachas puntuales en el triple.
Donde sí hemos visto un George efectivo es cuando es el encargado de liderar el ataque y lo hace sin tomar decisiones precipitadas. De hecho, tan solo Cason Wallace, Brandin Podziemski y Marcus Sasser poseen un mejor ratio entre asistencias y pérdidas entre aquellos novatos que juegan un mínimo de 15 minutos por partido.
El antiguo alumno de la Universidad de Baylor es capaz de romper a su defensor en el uno contra uno, ya sea de forma directa o aprovechando los bloqueos de sus compañeros. Generada la desventaja, tiene una gran facilidad para encontrar al tirador abierto en la esquina, para facilitar al hombre alto en situaciones de ‘pick-and-pop’ o leer el corte a canasta.
Si las luces rodean su potencial como generador juego, todas las sombras se condensan alrededor de su capacidad para anotar y generarse sus propios tiros. De hecho, su volumen anotador se ha asentado, principalmente, en aquellos partidos en los que le ha acompañado la fortuna en el triple. Y como dije antes, no es, ni mucho menos, un tirador.
En situaciones de ‘pick-and-roll’ apenas anota 0,74 puntos por posesión, muy por debajo de los 0,94 registrados por Sexton, y a una distancia sideral de grandes especialistas como Shai Gilgeous-Alexander (1,12), Luka Doncic (1,09) o Tyrese Haliburton (1,08).
¿Cómo se explica esto? Principalmente por dos razones: no tiene un tiro consistente ni un físico lo suficientemente sólido para atacar la pintura con agresividad, donde no absorbe bien los contactos y, en muchas ocasiones, tira desequilibrado. De hecho, solo anota el 46,3% de sus intentos bajo canasta y su acierto en suspensión apenas alcanza el 36,3%. En situaciones de ‘catch-and-shoot’ el resultado es incluso peor: 34,2%.
Eso sí, es muy peligroso en la finalización si previamente se generó el espacio suficiente para ejecutar una bandeja o un ‘floater’ sin contacto con el defensor.
No obstante, lo que verdaderamente me preocupa de Keyonte George es su defensa.
Físicamente es débil para hacer frente a ‘guards’ fuertes y rápidos. Pero lo peor apunta a sus despistes defensivos, su poca velocidad para superar pantallas, lo fácil que se queda en los bloqueos y lo tarde que llega a su marca en diversas ocasiones. En algunas, incluso, la pierde por completo y no sabe a quién tiene que defender.
De ahí que los rivales lo ataquen constantemente al considerarlo una ventaja en los uno contra uno, en los cambios de asignación o en las acciones al poste. De hecho, el entramado ofensivo de los Magic giró alrededor de Jalen Suggs y la (no) defensa de Keyonte para liquidar a los Jazz con tres triples en los últimos minutos del encuentro del pasado jueves.
Donde George sí muestra una mayor habilidad es en el lado débil de la defensa gracias a su agilidad y visión para anticiparse a las líneas de pase. Cuando los Jazz presionan el balón, el ‘rookie’ suele estar atento a posibles receptores para robar el balón y liderar la transición.
A pesar de ello, los Jazz deberían de ser pacientes en lo que respecta al desarrollo de Keyonte salvo que algo muy interesante se ponga a tiro este verano, con la fecha de la noche del draft marcada ya en el calendario.
Y, a mi parecer, dos son los principales focos de mejoría en lo que tienen que prestar atención en Salt Lake City, tanto el cuerpo técnico como el jugador. Por una parte, asentar su tiro en suspensión para que su juego ofensivo sea más impredecible. Y, por otro, reforzar lo máximo posible su defensa, también con jugadores afines a su alrededor.
Cuando tu rendimiento defensivo es tan bajo tienes que ser muy bueno al otro lado de la cancha para compensarlo. Solo hay que fijarse en Trae Young para darse cuenta de ello: sus 26,4 puntos y 10,8 asistencias por partido no son suficientes para despejar las dudas y críticas que le rodean.
Y, a día de hoy, Keyonte George no solo se encuentra a una distancia sideral de Young -también del Young novato-, sino incluso de ser un sólido titular en la NBA. Aun así, merece la oportunidad, al menos hasta final de temporada, de ‘poner sobre la mesa’ todo lo que tiene y, también, de valorar si está capacitado para el potencial desafío de liderar al equipo.
Con tres novatos en la plantilla y posiblemente otros tres más en camino, tendrá que dar un paso adelante, pues no habrá sitio para todos.
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¡Un abrazo y feliz lunes!
Jacobo León - El Cartero de los Jazz
Interesante y muy completo análisis como siempre
A Keyonte le he defendido desde la noche del draft por su enorme talento. Se dudaba de su capacidad para ser base a tiempo completo y creo que ya no hay dudas a ese respecto
Respecto al encaje en el futuro tú mismo has dado las claves y es que tiene que jugar junto a un externo defensivo tipo Dunn y el equipo hace ya mucho que necesita traspasar a Clarkson. En Miami pudimos ver la versión mejor de todo esto pero queda por saber que ocurrirá en Utah este verano, donde aunque sea una pequeña pista en el océano se sabe que nos interesó Herb Jones y Grimes siendo ese el tipo de jugador que necesitamos
Quedan 20 partidos y mucho por definir entre otras cosas espero un informe parecido a final de año de Hendricks que podría ser si desarrolla perfecto el complemento ideal a George como multiusos interior
Go Jazz